Los extractores de aire son aparatos eléctricos que suelen instalarse en los baños para eliminar malos olores y para evitar que la condensación termine dañando pisos y paredes, y que no demandan conocimientos o habilidades especiales para su colocación.
En la actualidad se comercializan extractores con distintas potencias y caudales, por lo que es importante determinar cuál es el modelo que mejor se adapta a las características del baño en el que se lo va a colocar.
Como se trata de dispositivos eléctricos, los extractores de aire necesitan una conexión a la red de la casa, por lo que debe ser conectado a la luz del baño para asegurar su encendido cada vez que se active la llave. Otros equipos incluyen sensores de movimiento que los activan cada vez que detectan la presencia de alguien en el lugar, mientras que otros se encienden automáticamente dependiendo del nivel de humedad en el cuarto.
Si se desea contar con un extractor de aire que cumpla lo mejor posible su función, hay que asegurarse que el mismo tenga el caudal adecuado. Se conoce con este nombre a la capacidad de extracción, que idealmente debe ser 10 veces superior al volumen de aire del baño. Este último se calcula multiplicando el ancho por el alto y el largo del lugar.
Por ejemplo, si se trata de un cuarto que mide 2 metros de ancho, 3 metros de largo y 2,2 metros de alto, el volumen del aire será 13,2 metros cúbicos (m3), por lo que para calcular el caudal adecuado del extractor se debe multiplicar los 13,2 m3 por 10, obteniendo que el aparato deberá poseer un caudal de extracción de alrededor de 132 m3 por hora.
En cuanto a la instalación propiamente dicha, lo primero que debe hacerse es determinar el lugar donde se instalará el extractor de aire, teniendo en cuenta que, por razones de seguridad, no deben colocarse sobre la bañera o la ducha, a menos que estén a una distancia mayor a los 2,35 metros de altura.
Como el sistema debe ir empotrado, y para no hacer nuevos agujeros en las paredes o techos se puede aprovechar el hueco de las rejillas de ventilación ya existentes, teniendo en cuenta el diámetro de la salida del conducto para elegir la medida del extractor adecuada.
Otra alternativa es instalarlo directamente en la ventana, en caso de que el cuarto disponga de dicha abertura.
Una vez que se ha desconectado la energía eléctrica, se procede a retirar la rejilla y el foco de la luminaria, se aparta el tubo de ventilación para dar paso a una guía desde el hueco del foco hasta el del extractor de aire y se tira de ella con fuerza. También se introduce un tubo corrugado y dos cables, fase y neutro, de 1,5 mm de diámetro cada uno, que en un extremo se unen a la regleta de la lámpara, y luego se vuelve a colocar el foco en su lugar.
A continuación, se presenta el extractor sobre el hueco de ventilación y se marca los lugares en los que se insertarán los tornillos, para luego hacer los correspondientes agujeros con la ayuda de un taladro.
El siguiente paso consiste en conectar el tubo de ventilación al extractor de aire y se pasan los cables por los agujeros de la base del aparato, y luego se fija a éste al techo o la pared con los tornillos y se procede a atornillar los dos cables a los contactos correspondientes.
Finalmente, se cierra todo el conjunto colocando la carcasa con la rejilla externa.
Extractor de aire en el baño: Necesidad de mantenimiento
Los extractores de aire en baños demandan poco mantenimiento, siendo sólo necesario evitar las acumulaciones de polvo en la rejilla, haciendo una limpieza periódica con la ayuda de un paño.
También es conveniente revisar de vez en cuando el tubo de ventilación y su entrada y salida, con el fin de prevenir posibles obstrucciones.
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